25 de febrero de 2019
10 trucos para mantener tu cello en forma!
1
Cuando tocamos el cello, la resina del arco crea una especie de polvo blanco que se pega a las cuerdas, al traste, a la madera del arco y a la tapa del cello. Si no la quitamos cada vez que dejamos de tocar, se acumula y después la capa que se forma puede ser muy difícil de limpiar.
Por eso, tendremos siempre a mano un trapo para que cada vez que acabemos de tocar podamos limpiar la resina en un momento. Tiene que ser un trapo sin pelusa, como por ejemplo uno de algodón (el trozo de una camiseta vieja) o de fibra sintética como el de la foto.
Es súper importante que antes de tocar el cello nos lavemos las manos!
Si justo acabas de llegar de jugar en el parque, o has comido patatas fritas, hecho manualidades... no querrás que toda esa suciedad acabe en el cello! Pero aunque creas que están limpias, la piel produce un aceite natural que encima del cello, lo puede estropear. Por eso, da igual lo que hayamos hecho antes, que nos tenemos que lavar las manos muy bien antes de tocar.
2
3
Cada cierto tiempo (2 o 3 veces al año), hace falta limpiar el barniz del violonchelo con un producto especial que nos recomiende el luthier. Para hacerlo, tenemos que limpiar bien el polvo con nuestro trapo y después coger un trozo de tela de algodón (puede ser de una camiseta vieja), ponerle un poco de producto y frotar el barniz con cuidado.
El cello te lo agradecerá: se verá más brillante y también se notará en el sonido!
Dos de las partes del violonchelo que más se ensucian son las cuerdas y el traste, porque es donde ponemos los dedos y también por donde pasa el arco. Si no limpiamos las cuerdas a menudo, se puede llegar a formar una capa de resina que después es muy difícil de quitar. Tanto para el traste como para las cuerdas, utilizaremos un alcohol al 70%, aplicado con un algodón, y no olvidemos nunca poner un trapo que cubra toda la tapa del cello, porque no puede caer nada de alcohol en la madera, eso destrozaría el barniz!
4
5
Igual que nosotros vamos a hacernos revisiones al médico, también le tenemos que hacer a nuestro violonchelo para ver que todo esté bien. Y cómo se llama el médico de los instrumentos de cuerda? Sí, LUTHIER. Él es el experto y nos dirá si el instrumento tiene algún problema y nos aconsejara para mantener el cello en buenas condiciones. En la visita podemos aprovechar para pedirle que nos suavice las clavijas si van muy duras, o que nos cambie las cerdas del arco.
Las clavijas a veces pueden ir demasiado duras, y eso nos puede hacer más difícil afinar el violonchelo. Tendrían que poder girarse con cierta facilidad, pero no las podemos dejar demasiado ligeras porque entonces las cuerdas se destensarían todo el rato!
Hay algunos trucos que podemos usar en casa para ajustar las clavijas nosotros mismos, como por ejemplo sacarlas un poco y poner algo de tiza o jabón, pero lo mejor sería que lo hiciese el mismo luthier.
6
7
Al cambiar las cuerdas, las tenemos que poner correctamente. Si las queremos cambiar todas, no las tenemos que quitar todas a la vez (piensa que la fuerza que hacen sobre el puente y la tapa es de 25kg, y quitar todo ese peso de repente podría estropear el instrumento!). Como mucho las cambiaremos de dos en dos de la siguiente forma:
Primero quitaremos la cuerda Re y después la cuerda La, y al poner las nuevas, primero pondremos La y después Re. De la misma forma, a la hora de cambiar las cuerdas Sol y Do, se hace igual: quitar primero Sol, después Do, y colocar primero Do y finalmente Sol.
Tenemos que intentar que nuestro arco tenga siempre la resina que le toca, ni más ni menos! Hay unos cuantos trucos para saber si le tenemos que añadir más o no. Por ejemplo, cuando empezamos a tocar, que las cuerdas están limpias, si el arco ya deja un polvo blanco, no hace falta añadir resina.
Para poner la resina, podemos colocar el pulgar en la parte metálica por donde entran las cerdas al talón del arco, para evitar que la resina choque con éstas y se rompa. También, cuando ya hemos puesto resina, podemos pellizcar un poco las cerdas para quitar el exceso y que no caiga encima del cello.
8
9
A veces podemos notar que nos cuesta tensar y destensar el arco. Puede ser porque el tornillo vaya un poco duro. e vaya más suave, lo podemos desenroscar y frotarlo con una mina de lápiz o con una vela.
Por cierto, no olvides nunca destensar el arco cuando acabes de tocar!
Y por último: dos consejos para viajar con el cello
No lo dejes nunca dentro del coche solo, las temperaturas pueden subir mucho dentro y eso puede estropear el instrumento. Y no te olvides nunca de llevar un juego de cuerdas de recambio, nunca se sabe lo que puede pasar!
10
Haz tu propio cello-botiquín!
Vamos a crear un botiquín para que tengas a mano todo lo que tu violonchelo necesita! Es muy fácil: solo necesitas una caja de zapatos que ya no uses y la decores con los recortables que encontrarás haciendo clic en el siguiente enlace:
Una vez decorada, lee el artículo y haz una lista de las cosas que necesitas:
trapo sin pelusa
trozo de camiseta vieja
jabón
vela
...
Lo tendrás todo a mano para cualquier cosa que necesite tu violonchelo! Hazle una foto y envíamela rellenando el siguiente formulario para que pueda ver cómo te ha quedado:



